Así pues, una vez que estos votos comiencen a computarse en el recuento por estados podrían dar un giro al resultado, decantando la balanza por el demócrata Joe Biden en lugar del presidente Donald Trump.
Mañana serán millones de ciudadanos los que saldrán a votar en Estados Unidos y la decisión que tomen no es ajena al interés de Guatemala, por ello, con el afán de despejar dudas, La Hora recopiló aspectos que se han destacado a lo largo de la campaña y que permiten conocer más del proceso y el sistema electoral estadounidense.
Desde el punto de vista de un ciudadano hispanohablante, las elecciones a la Presidencia no sólo presentan esos rasgos, sino que la especificidad del sistema electoral que la rige siempre mueve a un ejercicio entre la incredulidad y la sorpresa que a veces se olvida de convocatoria en convocatoria.
Este martes 3 de noviembre se celebrarán elecciones en Estados Unidos.
Los demócratas ostentan una ventaja significativa en el sufragio adelantado debido a su adopción del voto postal, que los republicanos históricamente han usado considerablemente pero comenzaron a evitar tras unos reiterados y poco fundamentados ataques de Trump, que dice que esa vía se presta al fraude.
Los primeros a ser seguidos atentamente son los estados orientales de Georgia, donde las urnas cierran a las 00H00 GMT; Florida, donde, dependiendo del distrito, las urnas cierran a las 00H00 o 01H00 GMT; Carolina del Norte, donde las urnas cierran a las 00H30; y el estado occidental de Arizona, a las 02H00 GMT.
Sin ir muy atrás, Hillary Clinton perdió en el 2016 a pesar de haber ganado el voto popular contra Donald Trump por más de tres millones de votos.
En cambio, cada estado que adopta el pacto debe aprobar una ley que establece que sus electores votarán por el candidato más votado a nivel nacional, más allá de quién sea el candidato que obtenga la mayoría de los votos en ese estado en particular.
Hace cuatro años lo ganó Donald Trump, pero hoy la campaña de Biden ha invertido mucho más dinero que la campaña republicana.
En un acto pequeño en Newtown, Pennsylvania, Trump se burló de su contrincante el sábado, por sus críticas al manejo del COVID-19 por parte del gobierno. Además, hay medidas adicionales para contar estos votos en las oficinas electorales y todo el proceso es vigilado por observadores entre los que se cuentan representantes de los partidos.
Fue verdaderamente vergonzoso para su sistema electoral que en 2016 la senadora Clinton consiguió 2 millones 800 mil votos más que Trump, y sin embargo este fue declarado vencedor.
En caso de empate a votos electorales, que podría suceder, correspondería a la Cámara de Representantes -no al Senado- elegir al presidente a razón de un voto por estado, lo que obligaría a negociar.
En otra capa de seguridad, varios estados exigen que el voto sea notariado o que se envíe una copia de una identificación vigente junto con el voto. Incluso ha afirmado que es posible que existan irregularidades, ya que mucha gente votó desde el servicio de correo y el mandatario ha manifestado su preocupación por el volumen de boletas enviadas. Por eso en este año las elecciones federales son el 3 de noviembre. Se estima que podría votar más del 60 %.
Sin embargo, en el caso de Pensilvania, si bien la máxima autoridad judicial permitió la extensión del recuento por la cercanía a la fecha de la elección, no descartó expedirse en el futuro sobre la validez de esos votos.