El antiviral remdesivir de Gilead Sciences Inc.se ha convertido en el primer medicamento autorizado para tratar la COVID-19, tras obtener la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.
Las autoridades de salud estadounidenses aprobaron el Remdesivir el pasado jueves, siendo el primer fármaco para tratar el COVID-19.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha rechazado dos solicitudes de autorización sanitaria del fármaco remdesivir, en razón de que las evidencias no sugieren "utilidad suficiente" contra el Covid-19. "Pero es muy, muy importante distinguir la calidad de un referente, a que se tenga que adoptar la decisión de una agencia de regulación sanitaria de otro país", precisó.
En conclusión, la compañía que produce este fármaco asegura que "el remdesivir resultó en mejoras clínicamente significativas en múltiples evaluaciones en pacientes hospitalizados con COVID-19".
Sin embargo, el inesperado resultado del ensayo clínico internacional Solidarity, de la OMS, y cuya versión preimpresa fue publicada el 15 de octubre en el portal medRxiv, mostró que el fármaco no es eficaz contra el coronavirus. Pero el resultado no ha sido alentador. No obstante, ese estudio no incluyó un grupo de placebo y fue menos riguroso que estudios previos que encontraron un beneficio, explicó Listindiario.
Cuestionada duramente por el manejo de la pandemia que ya suma 42 millones de contagiados y 1.14 millones de muertes, la OMS desconfía del uso de Remdesivir para tratar la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2. Ahora, la aprobación total probablemente ampliará su uso.
Tratamiento de plasma para COVID, ¿es seguro?
La aprobación de Veklury fue respaldada por el análisis de la agencia de datos de tres ensayos clínicos controlados aleatorios que incluyeron pacientes hospitalizados con COVID-19 de leve a grave.
El remdesivir se administra por vía intravenosa durante cinco a 10 días y no es nada barato.
Gilead ha cuestionado el potencial de sesgo en el estudio de la OMS, que no fue "ciego", lo que significa que los participantes y sus médicos sabían qué tratamientos se estaban utilizando.
Martin Landray, epidemiólogo de la Universidad de Oxford, dijo en la revista The Biomedical Research Journal que el mundo necesita tratamientos escalables, asequibles y equitativos.
"Creemos que nuestros resultados son muy sólidos", refirió Swaminathan.
Otros tratamientos están disponibles desde hace meses en los hospitales ya que cuentan con autorizaciones temporales o por ser medicamentos relativamente banales, como el corticoide dexametasona.