Rohaní denunció, además, la caída de proyectiles en territorio iraní en los últimos días como consecuencia del enfrentamiento entre Armenia y Azerbaiyán.
Ambas partes se culpan mutuamente de la reanudación reciente de las hostilidades, en una de las crisis más graves, si no la más, desde el alto el fuego de 1994, que hace temer una guerra abierta entre estos dos países de la antigua Unión Soviética.
En los más de 25 años de relativa estabilidad, se produjo una escalada de tensiones que duró cuatro días en abril de 2016.
Turquía, miembro de la OTAN y con estrechos vínculos étnicos, culturales e históricos con Azerbaiyán, ha prometido respaldo absoluto a Bakú en el conflicto y se ha declarado lista para brindar apoyo militar de ser necesario. - El Ministerio iraní de Exteriores informó este lunes de que "Irán ha preparado un plan" para poner fin a la guerra entre Armenia y Azerbaiyán que tiene lugar en el enclave de Nagorno Karabaj y en ciudades de sus alrededores.
"Los ministros destacaron el importante papel que los países de la región, especialmente los vecinos de Azerbaiyán y Armenia, pueden desempeñar para crear condiciones que faciliten el más pronto regreso de las partes a la mesa de negociación", añadió la declaración.
"Los cazas y los misiles siguen golpeando a los civiles", ha asegurado en el Parlamento armenio Artsrun Hovhanisian, representante del Ministerio de Defensa. Entre tanto tanto, El jornada de hoy continuaban los combates en diferentes puntos de perímetro de Nagorno Karabaj, especialmente en los campos este y sur, y los bombardeos contra Stepanakert, la capital del enclave, que debía Antes 50.000 residentes y en seguida aparece totalmente desierta.
Pobladores de Stepanakert observan los efectos de recientes bombardeos en la región separatista de Nagorno-Karabakh, el 4.10.2020.
Azerbaiyán sostiene que la solución al conflicto con Armenia pasa necesariamente por la liberación de los territorios ocupados, demanda que ha sido respaldada por varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Según el experto, ni Azerbaiyán ni Turquía correrán el riesgo de llevar las acciones bélicas al territorio de Armenia, ya que en ese caso Rusia tendría que cumplir sus obligaciones de aliado.
El presidente de la autoproclamada república, Arayk Harutyunyan, anunció que, como represalia, sus fuerzas se centrarían ahora en atacar las infraestructuras militares de las "grandes ciudades" de Azerbaiyán, situadas a mayor distancia del frente, y pidió "a los civiles que abandonen inmediatamente esas ciudades".
Los enfrentamientos habrían dejado casi 300 muertos, de acuerdo a reportes, aunque se teme que los fallecidos sean muchos más, en los peores combates desde la guerra de 1991-94 en la que murieron unas 30.000 personas.