El actual mandatario de Belarús, Alexander Lukashenko, se impuso este domingo en las elecciones presidenciales al alcanzar, según encuestas realizadas a a pie de urnas, el 80 por ciento de los votos emitidos.
La campaña de la excandidata difundió un comunicado en el que instó a las autoridades a entablar un diálogo con los manifestantes para una "transición pacífica de poderes". "El poder debe reflexionar sobre cómo cedernos el poder".
"Durante tres horas, estuvo sola con los representantes de las fuerzas de seguridad [.] en estas condiciones, cualquier persona que tenga a su marido en prisión podría haber grabado un video así", dijo Maria Kolesnikova, figura de la campaña electoral opositora.
Las manifestaciones en Minsk dejan hasta el momento un muerto y miles de detenidos, conforme a los datos del Ministerio del Interior. "Diez de ellos fueron trasladados a hospitales", afirmó a la AFP un responsable de la oenegé, Serguéi Sys. Ortega, un exguerrillero sandinista que se encuentra en el poder desde 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno entre 1979 y 1984, y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990, envió una carta a Lukashenko en la que lo tildó de "hermano y compañero".
Muchos manifestantes resultaron heridos, junto con decenas de policías, y al menos un manifestante murió cuando un artefacto explosivo detonó en su mano, según las autoridades. Sin embargo, su lenguaje no verbal la ha delatado y también el ministro de Exteriores de Lituania, Linas Antanas, quien ha asegurado en rueda de prensa que "no tenía más opciones que abandonar el país".
En tanto que Maxim Cherniavski, joven activista bielorruso, ha decidido hacer una huelga de hambre frente a la representación de la UE en Varsovia: "Pido que la Unión Europea imponga urgentemente sanciones contra el régimen de Lukashenko".
A diferencia de las manifestaciones al inicio de la semana, violentamente reprimidas, las acciones del jueves y el viernes se desarrollaron sin enfrentamientos ni detenciones masivas.
"Hoy mi corazón late al unísono con el pueblo de Bielorrusia, que exige legítimamente el respeto de sus libertades y derechos fundamentales, incluido el derecho a manifestarse pacíficamente", escribió en una misiva el director de Los Virtuosos de Moscú. Sin embargo, la propia Tijanóvskaya confirmó posteriormente que había tomado ella la decisión de salir del país.
El presidente también criticó a los países que, según sus palabras, están intentando actuar como "mediadores" en los problemas de Bielorrusia.
Svetlana Tijanóvskaya, una profesora de inglés de 37 años, declaró el domingo que "la mayoría" de los ciudadanos la apoyaba.
A los observadores electorales internacionales, que habían dicho en los últimos años que las elecciones no fueron libres ni justas pero a quienes se les permitió monitorearlas, se les prohibió estar el domingo.