Donald Trump, que aceptó este encuentro sin precedentes, interpretó la decisión de Kim Jong Un como un triunfo de su estrategia política, y llegó a calificar al dictador como una persona "honorable".
La cercanía en la que estarán sentados los dos líderes, el tamaño de la mesa, que coincide con la fecha de la cumbre, y hasta el cuadro que decora la sala con moqueta azul, son algunos de los elementos que se han tenido en cuenta de cara al encuentro del viernes.
Kim visitara por primera vez el Sur con la esperanza de concretar la paz entre los dos vecinos tras el acercamiento diplomático de principios de años.
Si todo va bien, esta cumbre podría allanar el camino para una reunión entre Kim y el presidente Trump afines de este año, a lo que, sin duda, el líder coreano probablemente también traiga su propio inodoro. "Eso es algo muy bueno para el mundo", subrayó Trump.
En este sentido, la oficina presidencial surcoreana, especificó que tras una reunión matinal y otra vespertina los dos líderes firmarán un acuerdo y realizarán un anuncio, cuyo formato dependerá enteramente del "contenido de dicho texto".
De acuerdo con geólogos chinos, la montaña que se ubica en el sitio principal donde se realizan ensayos nucleares en Corea del Norte, ha colapsado por el desgaste de las pruebas.
El Presidente estadounidense opinó que hay "una oportunidad de hacer algo muy especial con Corea del Norte", y que el resultado de su próxima reunión con Kim "quizá será maravilloso, y quizá no".
En relación a la cumbre que tienen previsto celebrar Washington y Pyongyang, el secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, dijo este lunes que existen "muchos motivos para el optimismo" después de que el pasado viernes el Norte anunciara el cese de ensayos nucleares.
Kim Jong-un está acompañado por una delegación de nueve oficiales de alto rango, entre ellos el jefe de Estado nominal, Kim Yong-nam, y la hermana menor del líder norcoreano, Kim Yo-jong.
Trump admitió que Corea del Norte no ha cumplido promesas previas, pero dijo que las medidas contundentes adoptadas por su gobierno -incluyendo sanciones y una campaña de presión internacional- terminaron forzando al régimen comunista a sentarse a negociar.