Desde el 2 de marzo y hasta ayer, explotaron cinco paquetes, que han dejado dos muertos y cinco heridos.
Manley relató que cuando se disponían a impedir el avance del presunto autor y arrestarlo, este detonó una bomba dentro del carro.
De acuerdo a medios locales, Mark Anthony Conditt creció en Pflugerville, un suburbio al noreste de Austin, y según recibió educación en su casa. La ciudad todavía está en alerta por la posibilidad de que el sospechoso haya dejado otros dispositivos explosivos plantados.
Además, las recomendaciones del jefe de la policía indican que aun no se conoce si el joven actuó solo o si trabajaba con otros, hasta el momento han descartado que tenga cómplices pero la investigación continúa.
Es responsable de los incidentes en Austin, dijo el jefe de la policía de la ciudad Brian Manley.
Gracias a esa información, las autoridades pudieron obtener órdenes para entrar en la IP de la computadora de Conditt y observaron unas búsquedas "sospechosas" en Google.
"El FBI y la policía de Austin responden al reporte de una explosión en el sur de Austin (.) Socorristas reportan al menos un herido", dijo el FBI de San Antonio en Twitter al dar cuenta del incidente.
Mientras esperaban la llegada de vehículos balísticos, el automóvil del sospechoso empezó a moverse y le dieron seguimiento hasta que se detuvo en una zanja al lado de la carretera.
Cuando un equipo SWAT se acercó, el presunto terrorista cuyos mortíferos explosivos aterrorizaron a Austin durante tres semanas usó uno de sus propios dispositivos para hacerse estallar.
La policía dijo que Conditt tenía 24 años; sin embargo, algunos registros públicos sugieren que tenía 23 años. "¡Buen trabajo por parte de las autoridades y todos los involucrados!". Los ataques habían sido catalogados como crímenes de odio por algunos ciudadanos y representantes a la cámara de Texas debido a que los dos hombres muertos eran negros. "No sabemos dónde estuvo el sospechoso en las últimas 24 horas", dijo el alcalde de Austin, Steve Adler, a la filial local de CBS.